El quemador presurizado de gasóleo de llama amarilla proporciona, con sus buenos resultados de combustión y su técnica avanzada, un ahorro de energía en las calderas de fundición y acero.
El ajuste en fábrica permite un funcionamiento inmediato. Según las necesidades de la instalación las potencias se pueden ajustar modificando las boquillas y un ajuste de aire en la propia instalación.
Fuente: www.buderus.es